Jesús nos llama a ser sus amigos, a estar cerquita de él y así poder dar buenos frutos. En este encuentro diseñaremos un Jesusómetro que nos ayudará a medir cómo está nuestra amistad con Jesús.

Tema: Jesús se ofrece como regalo

Objetivos:

  • Tener un acercamiento a la Palabra de Dios para su pronta valoración.
  • Conocer los consejos que Dios nos da acerca de su Palabra.
  • Reflexionar sobre los frutos que nos dice Jesús que tenemos que dar.
  • Meditar en nuestro corazón sobre las formas en las que podemos dar frutos.

Actividades:

Inicio: Se preparará un banco que tendrá arriba un corazón (de cualquier material, yo uso un almohadon que hice con tela roja) con una Biblia encima y un plato con una hostia (sin consagrar). Ambas cosas tendrán un moño al lado.

Se les preguntará a los alumnos qué ven y qué significa para ellos que tenga ese moño.

Desarrollo: Una vez que los chicos hayan respondido estas preguntas se leerá la siguiente lectura:

Jn 15, 12-17: El mandamiento del amor.

El mandamiento del amor

12 Este es mi mandamiento:

12 Ámense los unos a los otros,

12 como yo los he amado.

13 No hay amor más grande

13 que dar la vida por los amigos.

14 Ustedes son mis amigos

14 si hacen lo que yo les mando.

15 Ya no los llamo servidores,

15 porque el servidor ignora lo que hace su señor;

15 yo los llamo amigos,

15 porque les he dado a conocer

15 todo lo que oí de mi Padre.

16 No son ustedes los que me eligieron a mí,

16 sino yo el que los elegí a ustedes,

16 y los destiné para que vayan y den fruto,

16 y ese fruto sea duradero.

16 Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre,

16 él se lo concederá.

17 Lo que yo les mando

17 es que se amen los unos a los otros.

Reflexionamos la palabra. Jesús nos dice que no hay amor más grande que dar la vida por los amigos, nos dice también que él nos eligió y que nos pide que demos frutos.

Hoy él se ofrece como regalo para nosotros, en su Palabra y en la Eucaristía. Pero no solamente se regala él, se entrega a nosotros, y se entrega por nosotros, sino que nos pide que también lo anunciemos y demos frutos.

¿Frutos de qué tipo? ¿Ustedes qué opinan? ¿Nos estará diciendo que nos salgan frutillas de los brazos, o semillas de los pies? ¿Qué nos quiere decir Jesús?

Nos llama a dar frutos ¡Frutos de amor! Y esto es lo que estamos invitados a hacer en esta Cuaresma, a dar frutos de amor, a mirar a Dios Padre para volver a él y mejor amarlo, a mirarme a mi y mirar a mis hermanos, sobretodo a aquellos que sufren.

Por eso vamos a realizar lo siguiente, vamos a hacer un termómetro que mida nuestra amistad con Jesús. Yo lo llamo “Jesusómetro” y en él en vez de escribir temperaturas, escribimos frases que están relacionadas a cómo está mi amistad con Jesús. En nuestra escuela lo hacemos con cualquier pedazo de cartón y con distintas cartulinas de colores que los alumnos se comparten. Se recorta un rectángulo, y encima se pegan, una bajo la otra, distintos rectángulos de cartulina, a las cuales les escribimos todos las mismas frases, abajo de todo está la temperatura baja de tu amistad con Jesús, y a medida que vas subiendo tu amistad con Jesús crece.

Hacer el Jesusómetro con los alumnos lleva un tiempo del encuentro, pero nosotros lo usamos por varias clases, y nos vamos preguntando:

¿Cómo estuve ayer en mi amistad con Jesús? ¿Di frutos buenos, hice cosas lindas? ¿Me acordé de rezarle a la mañana, a la noche? ¿Di gracias por los alimentos? Y así todas las preguntas que queramos.

Particularmente nos ayudó mucho para prepararnos para el sacramento de la reconciliación, ya que les decíamos que las cosas que nos hacían bajar de temperatura son por las cuales vamos a pedir perdón en la confesión.

Experiencia de lo compartido en el aula: Con la ayuda de las maestras de grado le pedimos a los alumnos que traigan un pedazo de cartón de la casa, el ideal es el que viene atrás de los block de dibujo. Se le puede pedir que traigan de una medida en particular. Nosotras, las maestras, llevamos los rectángulos de colores ya cortados, y varias hojas que tenían escritas las categorías(“Bien ahí”, “Un pasito más”), así ellos las escribían en sus Jesusómetros. Repartimos los rectángulos y llevó más de un encuentro (que son de 40 minutos) para que ellos los armen, luego fuimos preguntando ¿Cómo se sentían que estaban en ese momento con respecto a la amistad con Jesús? ¿ En qué nivel o temperatura? Ellos marcaban la temperatura con un clip, un broche al que le pegaban un corazón, o un simple papel que se deslizaba en el Jesusometro.

Le pedimos que lleven su Jesusómetro a cada encuentro de catequesis. Entonces en los encuentros siguientes, y preparándonos para el sacramento de la Reconciliación, preguntábamos quién nos quería contar en qué nivel sentía que estaba y por qué, si habían hecho algo malo le decíamos que no era necesario exponerlo ante todos (pero aún así algunos eligen contarlo), eso nos servía a nosotras para ir iluminando estos pasos hacia la confesión, o si leíamos alguna lectura preguntamos ¿esta persona cómo estaba en el Jesusometro?

Fue de mucha ayuda, y algo muy simple de hacer, sólo necesita papel, colores, plasticola y amor.

4 Replies to “El Jesusómetro. En cuaresma, medimos nuestra temperatura en el amor”

  1. Hola Naty. Soy Fátima del retiro de enero. Qué lindo lo que compartes. Te felicito por la iniciativa de anunciar y evangelizar a través de las redes. Gracias por tu generosidad. Rezo para que esté proyecto sea siempre un lugar para encontrarnos con Jesús desde un corazón de niño. Te mando un abrazo. Que Dios te bendiga y bendiga todos tus proyectos para este año.

  2. Felicitaciones seño Nati! Me encanta esta iniciativa, gracias por compartirnos tus ideas y aprendizajes!!!

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