Encuentro diseñado para niños que inician un nuevo año en su preparación hacia su primera comunión.
Objetivos:
- Reflexionar cómo estamos, qué cosas hacemos, cómo vivimos si estamos unidos a Jesús.
- Remarcar que el sacramento de la Comunión nos unirá más profundamente a Cristo.
- Meditar en las palabras de Jesús que nos dice “Yo soy la vid, ustedes los sarmientos”.
Inicio: Para comenzar vamos a pensar juntos algunas cosas:
Actividades
Inicio: Pensemos juntos…
Si un limón empieza a crecer en el árbol y permanece en él ¿Qué pasa?
Si un bebé comienza a crecer en la pancita de su mamá y permanece en ella el tiempo necesario ¿Qué sucede?
Si una nena llega de chiquita a la escuela y permanece en ella año tras año ¿Qué va pasando?
¿Qué sucederá cuando permanecemos en Jesús? Pensá y respondé en tu carpeta:
Iluminación:
Recordemos lo que nos dice Jesús en su Palabra.
Evangelio según San Juan
1 Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador.
2 Él corta todos mis sarmientos que no dan fruto;al que da fruto, lo poda para que dé más todavía.
3 Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié.
4 Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes.
Así como el sarmiento no puede dar fruto, si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
5 Yo soy la vid, ustedes los sarmientos.
5 El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer.
6 Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde.
7 Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
Palabra de Dios.
Jesús se compara aquí con la planta de uva, que se llama Vid, y habla de los “sarmientos” que son las ramas, y del “fruto” que son las uvas.
Dice que la rama no puede dar fruto si no está unida a la planta, nosotros no podemos dar frutos si no estamos unidos a él.
Escribí en tu carpeta cinco formas de estar unidos a Jesús.
Compartimos con nuestros compañeros las formas que descubrimos para estar unidos a Jesús, así nos enriquecemos unos a otros.
Cierre: Este año nos vamos a unir más a Jesús, recibiendo su Cuerpo y Sangre, por eso vamos a silenciarnos en este momento y vamos a imaginar a Jesús que quiere encontrarse con nosotros ¿Cómo me mira? ¿De qué quiere hablar conmigo?
Vamos a rezarle juntos como hermanos porque la Eucaristía nos une y vamos entrando en comunión con Jesús y con nuestros compañeros.