Encuentro y recurso de catequesis sobre Pascua para niños. La alegría de la resurrección hace saltar nuestro corazón de alegría, por eso nos convertiremos en anunciadores de buenas noticias.
Objetivos:
- Situarnos en el lugar de María Magdalena como anunciadores de la buena noticia, adentrarnos en sus sentimientos e identificar los propios ante el anuncio de la resurrección.
- Conocer el significado de la palabra Evangelio.
- Descubrir que tenemos muchas cosas lindas para contarles a los demás, y que también podemos alegrarnos por las buenas noticias que nos comparten.
- Despertar una actitud de agradecimiento ante el descubrimiento de que en lo simple también encontramos los signos de resurrección y que Dios nos llena de cosas hermosas.
Inicio: Se les preguntará a los alumnos si alguna vez les sucedió algo que los hizo poner tan felices que necesitaron correr a contárselo a alguien, o abrazar de alegría a quien tenían enfrente.
Escuchamos sus respuestas.
¿Cómo reacciona tu cuerpo ante una noticia linda? ¿Sonreís, te ponés ansioso? (Estas preguntas nos ayudan a percibirnos para ponerle nombre a lo que sentimos)
Iluminación: Hace unos días celebramos el Domingo de Ramos en donde veíamos a la gente cortar ramas y saludar a Jesús, su presencia generaba (y genera) alegría. Luego vivimos días en donde todo se volvió más oscuro, leíamos la traición de un amigo de Jesús, por otro lado, Pedro que le dijo que lo iba a seguir por todos lados, hizo como si no lo conocía, golpearon a Jesús, y lo mataron.
A veces parece que las malas noticias nos sobrepasan, pero Jesús nos trae la luz, siempre, porque él ya venció la oscuridad.
Vamos a compartir juntos lo que vivieron los amigos de Jesús cuando él resucitó y ellos aún no lo sabían.
Evangelio según San Juan 20, 1- 18
1 El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada.
2 Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
3 Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro.
4 Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes.
5 Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró.
6 Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro; vio las vendas en el suelo,
7 y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte.
8 Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó.
9 Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos.
10 Los discípulos regresaron entonces a su casa.
11 María se había quedado afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro
12 y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies del lugar donde había sido puesto el cuerpo de Jesús.
13 Ellos le dijeron: «Mujer, ¿por qué lloras?». María respondió: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
14 Al decir esto se dio vuelta y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció.
15 Jesús le preguntó: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?». Ella, pensando que era el cuidador de la huerta, le respondió: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo iré a buscarlo».
16 Jesús le dijo: «¡María!». Ella lo reconoció y le dijo en hebreo: «¡Raboní!», es decir «¡Maestro!».
17 Jesús le dijo: «No me retengas, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: «Subo a mi Padre, el Padre de ustedes; a mi Dios, el Dios de ustedes».
18 María Magdalena fue a anunciar a los discípulos que había visto al Señor y que él le había dicho esas palabras.
Reflexionamos la Palabra:
¿Qué nos cuenta la Palabra?
¿Qué sentimientos habrán experimentado Juan, Pedro y María Magdalena?
¿Qué le pide Jesús a María Magdalena?
Luego de reflexionar este pasaje del evangelio, explicaremos que la palabra evangelio significa “buena noticia” y pensaremos cuál es la buena noticia del evangelio.
La resurrección de Jesús cambia el sentido de nuestras vidas, ya que venció la muerte y nos ganó el cielo. Jesús nos liberó del pecado que tan mal nos hace y nos devolvió la posibilidad de entrar en el cielo.
Actividad: Vamos a llenar el buzón de buenas noticias. Se repartirá un papel para que todos escriban una buena noticia que quieren contar. Luego la contarán los compañeros y depositarán el papel en un sobre que en su extremo tendrá una sonrisa dibujada. Alimentaremos juntos la sonrisa con nuestras buenas noticias.
Luego daremos gracias a Dios por todas las cosas buenas que nos permite vivir.
Notas: En una oportunidad hicimos un sobre con un payasito, y por la boca del payaso ingresamos los papelitos. Luego en un papel afiche pusimos de título “Las buenas noticias de tercer grado” y pegamos todos los papelitos. Este afiche quedó expuesto en el pasillo para que otros pudieran leer. Las buenas noticias eran de todo tipo “Estoy feliz porque fui de mi tía” “Voy a tener un hermanito” “Ganó mi equipo de futbol” “Hoy comí milanesas con puré”.