En nuestras escuelas o capillas muchas veces celebramos los acontecimientos de la vida de Jesús. En esta oportunidad este guión está adaptado para niños e incluye una representación del Evangelio con su respectivo relato sobre el Domingo de Ramos.
Celebración de Domingo de Ramos
Introducción
Buenas día para todos, hoy nos encontramos aquí en el patio (templo, capilla) reunidos para recordar un acontecimiento muy importante, la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. ¿Saben qué va a pasar en Jerusalén?
Jesús va a dar su vida por nosotros.
Así como lo recibió el pueblo hace más de dos mil años, nos vamos a poner de pie y comenzamos esta celebración cantando ¡Hosanna!
Canto…
Queridos niños, qué lindo que es reunirnos para alabar a Jesús, y también para acompañarlo en lo que será el comienzo de una semana tan importante para los cristianos, la Semana Santa. Por eso nos vamos a poner en la presencia de Dios, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Perdón
A nuestro amigo Jesús que lo queremos mucho le vamos a pedir perdón por las veces que lo ofendimos, a cada oración vamos a responder: Perdón Señor.
- Señor te pedimos perdón porque muchas veces nos olvidamos de vos.
- Señor te pedimos perdón por las veces que ofendemos a todos los que están cerca nuestro.
- Señor te pedimos perdón por no ser agradecidos con todo lo que nos regalás.
Lectura de la Palabra
La Palabra de Dios nos permite conocer todo lo que vivió Jesús, por eso antes de escucharla vamos a recibirla cantando “Tu Palabra Señor”.
Evangelio según San Marcos
1 Cuando se aproximaban a Jerusalén, estando ya al pie del monte de los Olivos, cerca de Betfagé y de Betania, Jesús envió a dos de sus discípulos, 2 diciéndoles: «Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar, encontrarán un asno atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo; 3 y si alguien les pregunta: «¿Qué están haciendo?», respondan: «El Señor lo necesita y lo va a devolver en seguida».
4 Ellos fueron y encontraron un asno atado cerca de una puerta, en la calle, y lo desataron.
5 algunos de los que estaban allí les preguntaron: «¿Qué hacen? ¿Por qué desatan ese asno?». 6 Ellos respondieron como Jesús les había dicho y nadie los molestó.
7 Entonces le llevaron el asno, pusieron sus mantos sobre él y Jesús se montó. 8 Muchos extendían sus mantos sobre el camino; otros, lo cubrían con ramas que cortaban en el campo. 9 Los que iban delante y los que seguían a Jesús, gritaban: «¡Hosana! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! 10 ¡Bendito sea el Reino que ya viene, el Reino de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!». 11 Jesús llegó a Jerusalén y fue al Templo; después de observarlo todo, como ya era tarde, salió con los Doce hacia Betania.
Antes de reflexionar la Palabra de Dios se puede hacer una representación del Evangelio.
Representación del Evangelio
Vamos a escuchar juntos el siguiente relato y estemos atentos a lo que pasó en la vida de Jesús.
Hola amigos ¿Cómo están? Hoy vengo a contarles lo que pasó en un día muy especial, un día que llamamos “Domingo de Ramos”.
Podemos leer en el Evangelio que un día Jesús se encaminó decididamente hacia la ciudad de Jerusalén, y mientras iba de camino enseñaba por uno y otro lado, curaba a muchas personas y amaba a todos.
Jesús era querido por todos, o podemos decir, por casi todos, porque había un grupo de hombres que no aceptaban sus palabras ni sus testimonios y querían deshacerse de él.
Cuando estaban cerca de Jerusalén Jesús dijo a dos de sus discípulos:
“Vayan al pueblo que está enfrente, y al entrar , van a encontrar un burrito que nadie ha montado todavía, desátenlo y tráiganlo y si alguien les pregunta por lo que están haciendo, respondan: El Señor lo necesita y lo va a devolver enseguida”.
Sus amigos fueron, encontraron el burrito atado cerca de una puerta, en la calle y lo desataron.
Entonces le llevaron el asno, pusieron sus mantos sobre él y Jesús se montó. Muchas personas extendían sus mantos por el camino, otros cubrían ese camino con ramas de un árbol llamado Olivo. Todos llenos de alegría comenzaron a alabar a Dios en voz alta por todos los milagros que habían visto y decían:
“¡Bendito sea el Rey que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!
Jesús sonreía a las personas, aunque sabía que en unos días algunos cambiarían de opinión ya no gritarían a su favor y en un momento se puso triste en la ciudad de Jerusalén.
Reflexionamos la Palabra de Dios:
Jesús llega a Jerusalén y su entrada es triunfal, entra como un Rey, pero él no viene a pelear con nadie, él llega para anunciar el amor de Dios y para seguir entregando su vida, esta vida que él va a entregar hasta el fin. Por eso Jesús entra como un Rey pacífico, montado en un burrito.
El pueblo lo recibe con mucha alegría y otros se ponen más duros contra él.
Vamos a preguntarnos:
¿De qué lado quiero estar yo?
¿Quiero acompañar siempre a Jesús hasta la Cruz y vivir junto a él su resurrección o lo quiero despreciar?
Vamos a hacer silencio un momento para pensar si quiero acompañar a Jesús y cómo quiero acompañarlo.
Intenciones:
Le presentamos nuestras intenciones a Jesús, y a cada intención respondemos: Te lo pedimos, Señor.
-Señor, te pedimos por el Papa Francisco para que lo guíes y fortalezcas. Oremos.
-Señor, te pedimos por la paz en nuestros barrios y nuestros hogares. Oramos.
-Señor, te pedimos por nuestras familias, para que ellas sean escuelas de amor para cada uno de sus integrantes. Oremos.
-Señor te pedimos por cada grado de esta escuela, por sus docentes y por todos los que formamos la comunidad escolar.
Padrenuestro:
Hoy nos reunimos, somos hermanos, hijos de un mismo Padre, nuestro Padre del cielo, al que vamos a rezarle la oración que Jesús nos enseñó. Padrenuestro que estás en el cielo….
Consagración a María:
Vamos a entregarle también nuestro corazón a María, para que lo tome y con la ayuda de Dios lo haga más parecido al suyo, por eso vamos a rezar juntos la siguiente oración:
(Si no la saben podemos ir diciéndolas por partes y que los niños la repitan)
¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía! Yo me ofrezco todo a ti, y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, oh, Madre de bondad, guárdame, defiéndeme y utilízame como instrumento y posesión tuya.
Bendición: (Si el sacerdote está presente le pedimos que nos dé la bendición, sino podemos pedirla nosotros al Señor)
Señor Jesús, ya estamos en las puertas de la Semana Santa, queremos acompañarte y seguirte, para eso pedimos tu santa bendición…En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canciones para la celebración:
Estas canciones, propias del Domingo de Ramos, pueden utilizarse como cantos de entrada y también para el momento de la representación.